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El Riquer, un ejemplo de gestión e industrialización para afrontar el relevo generacional

Visitamos El Riquer para mostrar cómo trabajan en esta ganadería catalana

La granja que visitamos para este reportaje puede presumir de una gestión empresarial impecable. Con la premisa clara de que los animales no son máquinas y preocupados por su bienestar, pero con una cuidada atención en los detalles y en el equilibrio de la cuenta de explotación, y con una apuesta firme por la genómica y su impacto económico, la granja El Riquer mira al futuro con optimismo realista. Por su capacidad de adaptarse a potenciales cambios del mercado y de soportar las cada vez mayores inversiones que exige el sector, así como por la perspectiva de un relevo generacional en marcha gracias a Jordi, de 20 años, a quien su padre, Joan, delegará la responsabilidad de la empresa como hizo su tío antes con él.

Orígenes de la ganadería El Riquer.

La ganadería era de mi tío -recuerda Joan-. Yo provengo de ciudad. Aunque mentiría si digo que no vengo del sector, porque desde muy pequeño he estado aquí. Mis tíos no tenían hijos y a mí me encantaba este mundo, por lo que desde muy pequeño ya estaba y en concreto desde los 13 años estoy viviendo aquí de manera fija. Antes venía los fines de semana, pero desde los 13 que empecé a cursar la formación profesional agraria de 1º y 2º grado, ya continué aquí.

Y aunque la ganadería de vacas ha existido desde que tenemos recuerdo, yo soy la segunda generación desde que las vacas comenzaron a tomar protagonismo y a dedicarnos más a la producción de leche. Antiguamente había también cerdos además de otros animales, sin dedicarse exclusivamente a un sector. La filosofía de la gente mayor era que si ponías todos los huevos en la misma cesta, en un momento dado podías tener un problema. Pero al final dijimos que había que tocar una sola cosa bien, ser profesionales en lo que hacemos y obviamente no podíamos estar en todos los sitios. Y en mi generación se eliminaron los cerdos y ya solo nos dedicamos a las vacas. Ahora está llegando la nueva generación, con Jordi, mi hijo.

¿Y cuándo empezaste a gestionarla solo, sin el acompañamiento de tus tíos?

Desde el fallecimiento de mi tío, aunque con anterioridad ya había delegado totalmente en mí la responsabilidad. A partir de 1995, con la aplicación de la supertasa decidimos tirar adelante con la ampliación del negocio.

¿Cómo se produjo la ampliación de la ganadería?

Desde que asumí la gestión del negocio, hemos ido implementando fases de doblaje. En el momento en que la explotación se decidió por dedicarse exclusivamente al vacuno de leche, estaba ordeñando 70 vacas y pasó a ordeñar 150.

En la siguiente fase de ampliación, que fue en 2007, se volvió a doblar para pasar a ordeñar 300-350. En aquel momento nuestro negocio dependía mucho de las cuotas lecheras. Se estuvo adquiriendo cuotas, y en la última de ellas se alquiló una explotación vecina, donde se colocó la recría. En este momento se pudo transformar el espacio de recría anterior a producción, ampliando de esa forma el ordeño a 500-550 cabezas. Hace 4 años decidimos devolver la recría a casa y ahora el ciclo de producción vuelve a encontrarse totalmente en explotaciones propias.

"Ante la imposibilidad de crecer y ampliar la granja, en lo que quiero centrarme es en mejorar genéticamente el rebaño y hacer funcionar la granja al 100% de su rendimiento. Esa es mi visión de futuro", explica Jordi.

Necesitaste ampliar instalaciones por el crecimiento?

Los terrenos ya eran de propiedad. De forma que se fue edificando paulatinamente al crecimiento.

Entre vacas en ordeño, secas y recría, ¿de cuántos animales se compone el rebaño actual?

En este momento tenemos 1.087 animales. En ordeño nos solemos mover entre 570-580, 590 como máximo; y tenemos 671 vacas adultas.

Jordi, ¿tú compatibilizas el trabajo en la granja junto a tus padres con alguna otra actividad?

No. Me dedico exclusivamente al trabajo en la explotación. Hace dos años terminé los estudios de Grado Medio y Grado Superior en la Escuela Agraria Quintanes. A partir de ahí, me centré en el trabajo, teniendo en mente seguir formándome en otros aspectos más empresariales que ganaderos de cara al futuro.

¿Siempre tuviste claro que querías hacer el relevo generacional a tu padre?

Una vez terminada la Secundaria tenía que decidir si hacer Bachillerato para ir a la Universidad, si estudiar un Grado Medio o si empezar a trabajar.  No tenía muy claro qué hacer. Sin embargo, me gustaba mucho trabajar en la explotación familiar y aprovechaba cada verano para hacerlo. Desconocía si era mi vocación y si quería dedicarme al cien por cien a ello, aún gustándome mucho. Al final me decidí por  un Grado Medio que cursé en la Escuela Agraria. Cuando lo empecé me di cuenta de que cada vez me gustaba más y así fue como me incorporé totalmente en la empresa.

¿Cuántos empleados tenéis?

Ahora somos 13 asalariados: cuatro ordeñando que se alternan en turnos de 8 horas (se hacen 3 ordeños diarios); tres en el exterior de la granja; uno responsable de la alimentación; dos más y finalmente nosotros tres, de casa: María Angels, mi mujer, en funciones administrativas y nosotros dos en funciones de gestión.

¿Las decisiones en aspectos de genética y genómica quién las toma dentro de la granja?

Nosotros hemos sido siempre una empresa que ha apostado por la sostenibilidad económica, por delante de la producción o la morfología. Históricamente, la morfología siempre había sido uno de los puntos de mejora de la explotación, hasta que se introdujo el genotipo para la mejora genética. Nosotros empezamos a genotipar las terneras y ahora están llegando al secado los primeros partos genotipados. Vimos con ello, la solución definitiva al que había sido históricamente un punto de mejora de difícil solución. Y ahora, precisamente el mes pasado, se empezaron a hacer los acoplamientos para las futuras novillas de la explotación. Hace ya dos años como mínimo que trabajamos con todo el semen sexado. Cuando empezamos con la genómica ya lo estábamos usando. Hace entre 2 y 3 años que utilizamos todo el semen sexado produciendo de esa forma las terneras que son necesarias para la reposición, con un 20% adicional para poder discriminar. Dependiendo del momento, puede ser necesaria más o menos reposición y el resto semen de carne.

- ¿Por qué genotipar con CONAFE? -

¿Qué ventaja principal os aporta el uso de la genómica?

Somos algo atípicos respecto al sector pues fijamos nuestro foco de atención en el rebaño y no en animales particulares. Actualmente seleccionamos los sementales que se adaptan mejor a la genética de la granja, buscando entre 80 y 100 novillas de cada toro, con el fin de homogeneizar el rebaño. A lo largo de los años vemos que hemos ido a mejor 

¿Qué tipo de sala de ordeño tenéis?

Tenemos una sala paralela de 16 puntos, de línea intermedia, que ya tiene unos años, pero que funciona bien. Trabajamos con ella desde el 2006-2007. En algún momento nos hemos planteado cambiar, sobre todo cuando Jordi estaba estudiando e hizo un proyecto para montar una robotizada, pero económicamente no era viable y lo pospusimos por el momento.

¿Cuántas vacas en ordeño teníais al instalar la sala?

Cuando hicimos la ampliación, en 2006, eran 300 vacas en ordeño. Aunque cuando teníamos 150 vacas ya ordeñábamos 3 veces al día.

¿Por qué tipo de instalaciones habéis optado?

Cuando hicimos la primera ampliación era la época de los cubículos e hicimos una nave de 160 cubículos. A partir de ahí todo ha ido con cama caliente. Considerando que estamos en una zona muy cargada de nitratos, nuestra solución medioambiental era producir estiércol que sacamos a otras zonas de la región deficitarias de nitrógeno.

Actualmente, en los cubículos solo tenemos primeros partos y a partir de allí los repartimos. Intentamos tener las vacas clasificadas más o menos por lactaciones: cubículos en primer parto, y en los patios sucesivos segundos partos y vacas finales.

¿Habéis considerado alguna vez otra alternativa a la cama caliente?

Hace muchos años se trabajaba casi cien por cien en cubículos, pero se ha ido transformado cada vez más a cama caliente. Alguna explotación no lo ha hecho, pero también por la situación de espacio, ya que se requiere de mucho más.

¿Qué medidas de bienestar animal habéis implantado?

Las exigencias recientes en este sentido se han ido incrementando, pero las medidas que veníamos realizando ya cumplían la normativa actual. Empezamos a notar cuando hicimos las primeras ampliaciones con cama caliente que teníamos los mismos resultados y un funcionamiento correcto en las naves. Pero el problema de la cama caliente en su época fue que cabían más vacas y vas metiendo más, hasta que nos dimos cuenta de que si la nave es para 120 vacas, hay que limitarse a esa cantidad como con los cubículos. Pero no hemos tenido que realizar muchas adaptaciones a la nueva normativa porque ya llevábamos el trabajo hecho de antemano.

¿Cómo gestionáis los trabajos de podología, alimentación, reproductivo y otras consultas veterinarias, etc.?

Trabajamos siempre con gente independiente, sin relación con ninguna entidad. Igual hacemos con la alimentación, recibiendo mensualmente la visita de un nutrólogo independiente. Para el reproductivo el veterinario viene cada lunes, y durante la semana si es necesario. Pero todos son profesionales que trabajan de forma independiente.

"Es importante que la leche tenga un margen porque las inversiones en nuestro sector son muy elevadas. La supervivencia de las explotaciones es esencial, por lo que las granjas se han ido industrializando y la gente sabe cuantificar y valorar su inversiones."

¿Cuántas hectáreas tenéis de terreno? ¿Todo lo que cultiváis es para consumo propio?

Nosotros cultivamos tierra y en estos momentos debemos estar sembrando una 180 hectáreas con cereal en invierno y sorgo de segunda cosecha. No tenemos regadío. En esta zona es un secano bueno que permite hacer doble cosecha y siempre trabajamos igual. Normalmente, si los años han sido normales, trabajamos con dos tipos de silo y cereal. A partir del año 2012, que es cuando empezó una escalada en los precios de las materias primas, montamos ya la recepción de cereal directo de puerto. Tenemos molino y las mezclas se preparan directamente en la explotación.

¿Tenéis problemas con la gestión de residuos para cumplir con la normativa medio ambiental?

Con el fin de gestionar los residuos generados sin problemas, la entidad se ha adaptado a la normativa medioambiental vigente sin dificultades.

¿Os habéis beneficiado de ayudas?

Históricamente hemos tenido acceso a la PAC y recientemente estamos valorando las subvenciones derivadas de la incorporación de jóvenes a la explotación, en este caso de Jordi.

¿En qué centráis vuestros objetivos?

Tenemos el objetivo de producir más litros, y evidentemente producir litros de calidad, pero no es nuestro objetivo principal. Nosotros entendemos que son animales, no son máquinas, y lo que precisamos es su buen estado. El buen estado de las vacas consideramos que es vital para conseguir una explotación solvente. Y genéticamente las vacas siempre van mejorando.

¿A quién vendéis la leche?

Actualmente a Leche Pascual, negociando los contratos directamente (sin cooperativa) y por temporalidad anual.

El hecho de que haya un relevo generacional cambia las perspectivas del negocio para cualquier ganadería. ¿Qué planes de futuro os planteáis a medio plazo?

Evidentemente, la existencia de un relevo generacional en la explotación permite ganar una vía de continuidad que alternativamente no sería posible. En ese sentido, es importante que los planes que se realicen para el medio o largo plazo sean acorde a la visión y objetivos de la nueva generación. 

Jordi, ¿qué proyectos tienes en mente para la granja?

A día de hoy cualquier ampliación de la granja sería imposible debido a las restricciones legales existentes para ello. Por eso y por la limitación en las extensiones de terreno para cultivar forraje, creo que en lo que nos tenemos que centrar es en mejorar genéticamente por ejemplo.

En ese sentido, ir mejorando la explotación y hacerla funcionar al 100 por cien de rendimiento, de la mejor manera; ir reemplazando cuando tenga que hacerse la sala de ordeño, y remplazar y modernizar las instalaciones. Esa es mi visión.

Aparte de la mejora genética, de qué forma consideráis que se puede optimizar el trabajo en la empresa para sacar el mayor beneficio posible.

En cuanto a optimización energética, hemos tenido proyectos para fabricar nuestra propia corriente, pero se decidió optar por otras oportunidades de inversión prioritarias. Yo creo que en un futuro próximo seremos autónomos energéticamente, porque en estos momentos la producción del día es viable. La nocturna es complicada porque las baterías están muy caras, pero los precios están reduciéndose cada vez más y con mejores prestaciones. Evidentemente con la energía solar creo que en el futuro seríamos autónomos seguro.

"En la granja El Riquer trabajamos con el Servicio de Acoplamientos de CONAFE y participamos en otros programas como I-SA, beneficiándonos así de descuentos al genotipar por el envío de datos."

¿Qué servicios y programas de CONAFE utilizáis?

Trabajamos con el Servicio de Acoplamientos de CONAFE y también participamos en otros programas como I-SA, beneficiándonos de las subvenciones recibidas para el genotipado por el envío de datos.

- CONAFE aplica una bajada en el precio del genotipado hasta fin de año -

¿Qué consideráis que pueden hacer las asociaciones por vuestro trabajo?

Yo creo que lo que habría que tener es una base única de datos, imprescindible. La homogeneización de los datos y la compilación de los mismos en una única base de datos permitiría poder explotarlos de una forma más eficiente y rápida.

Por último, ¿qué opináis de la situación del sector?

Estamos en un país en el que la ocupación del sector primario corresponde a un pequeño porcentaje de la población. Y siempre digo igual, ¿hay futuro en este negocio? No es que no le vea futuro, pero ganas de crecer y crecer puede tenerlas la juventud. La gente de mi edad dice: “mi abuelo hace 40 años vendía la leche más cara que hoy y un becerro valía 150 euros, cuando hoy vale 60 euros”. La luz ha subido, los impuestos han subido, la mano de obra… Es importante que la leche tenga un margen, porque las inversiones en las explotaciones de nuestro sector son muy elevadas. Las amortizaciones son bestiales. Tienes que hacerlo, de acuerdo, pero tiene que haber una mínima rentabilidad.

Desde las centrales lecheras se exige: mejor calidad de leche, mejor seguridad alimentaria, mejor bienestar animal… Y todo esto supone dinero. Si no puede garantizarse un precio mínimo para la leche ¿cómo podremos hacerlo? Y si no es rentable, tendremos que cerrar la granja. Solo hay que ver la reducción en el número de explotaciones que hay a nivel nacional. El montón de granjas que hemos perdido en los últimos diez años es una barbaridad y la caída está pronunciándose. Pero inevitablemente la supervivencia de las explotaciones es esencial para mantener a todo el sector en pie.

En la sociedad actual prima el rendimiento inmediato, en detrimento del rendimiento futuro. Las granjas se han ido industrializando y la gente ya sabe cuantificar y valorar sus inversiones.

DATOS:

•    Nº de cabezas: 1.087 animales

•    Nº de ordeños: 3 al día

•    Porcentaje promedio de grasa: 3,73

•    Porcentaje promedio de proteína 3,40

•    Células somáticas: 211

•    Litros vendidos por vaca lactante: 35,9

•    Litros vendidos por vaca presente: 28,8

•    Edad al primer parto (en 2019): 
24,8 meses (Pero estamos bajando y ya estamos en 24,1 y bajaremos de 24)

•    Media de partos por vaca: 2,52

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