Las cojeras no las producía la alimentación

Artículo técnico publicado en el número 216 de la revista Frisona Española

Las cojeras suponen el segundo problema médico de nuestras explotaciones, solo superadas por la mastitis. Así mismo, son la tercera causa de desecho involuntario en la granja, siendo la primera el fallo reproductivo y la segunda la calidad de la leche; incrementando, además, el riesgo de sufrir las otras dos causas de desecho. Por todo ello, como bien sabemos, las cojeras suponen un coste enorme para nuestro negocio. En el coste obvio de la vaca que va prematuramente al matadero hay que incluir los costes de la pérdida de producción láctea, los tratamientos curativos y la mano de obra extra que suponen y los costes de los tratamientos preventivos como baños podales y arreglos correctivos, realizados por nosotros o por especialistas.

Cuando hablamos de control reproductivo todos estamos familiarizados con la sistemática de trabajo de la medicina de la producción. Periódicamente se realizan visitas para diagnosticar todos los animales, tanto los sanos como los problemáticos, se evalúa la situación de la granja usando índices, se fijan los objetivos deseados y se aplican protocolos para alcanzarlos. El ganadero tiene su propio programa informático de gestión reproductiva y en caso de no tenerlo, su veterinario le suministra los informes correspondientes después de las visitas. De una u otra manera, de cualquier vaca tendremos todos sus datos reproductivos, con sus fechas, eventos, tratamientos, etc. Cuando la reproducción va mal se diagnostica el problema y se busca un tratamiento individual, si lo hubiera, y una profilaxis colectiva, si fuera necesaria. Así, por ejemplo, se realizan cambios de manejo, de alimentación o se vacuna de IBR o de BVD para tener una mejor reproducción.

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Artículo técnico publicado por Juan Vicente González Martín en el número 216 de la revista Frisona Española.

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