Navarra modificará la Ley de Sanidad Animal para impedir las macrogranjas ganaderas
Las ganaderías son “estratégicas para el desarrollo rural y fijar población”
Efeagro.- El Gobierno de Navarra ha comenzado ya el proceso de modificación de la Ley Foral de Sanidad Animal con el fin de evitar la creación de macrogranjas a través de limitaciones en el tamaño máximo de las explotaciones ganaderas en base a los riesgos epidemiológicos derivados de la alta concentración de animales.
Así lo anunció ayer la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Itziar Gómez, en una comisión parlamentaria en la que intervino para valorar las últimas sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) que reconocen el derecho de la empresa Valle de Odieta ampliar su granja de Caparroso.
La consejera ha defendido que “es necesario blindar el territorio frente a modelo de explotación de las macrogranjas por el impacto social, económico, medioambiental y sanitario que generan”, consecuencias que pueden ser “graves e irreparables” no solo para el sector sino también para el medio ambiente y el desarrollo rural y territorial.
Por ello, ha indicado, el departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente ha incluido en el plan normativo del 2021 la modificación de la Ley Foral de Sanidad Animal de Navarra a través de la cual abordarán, entre otras cuestiones, la regulación del tamaño de las explotaciones cuando este esté directamente vinculado a la reducción de riesgos epidemiológicos.
Según ha informado, la Orden Foral de inicio ya ha sido firmada y el Servicio de Ganadería está trabajando en la justificación técnica de la modificación de la ley en base a riesgos epidemiológicos asociados a explotaciones de alta concentración de animales, necesaria para justificar la modificación de la ley.
142 explotaciones de vacuno de leche
En Navarra hay 142 explotaciones de vacuno de leche y un 20% de la leche que se produce procede de la empresa Valle de Odieta, que cuenta con 7.200 de las 25.160 vacas de la Comunidad Foral y proyecta una macrogranja con 20.000 cabezas de ganado, ha señalado.
La gran mayoría de las explotaciones de vacuno actuales, ha indicado la consejera, son “estratégicas para el desarrollo rural y fijar población”, ya que en muchos casos se ubican en “zonas desfavorecidas y de montaña” .
En la modificación de la ley deriva en una sentencia del TSJN que reconoce el derecho de Valle de Odieta a obtener la autorización ambiental necesaria para ampliar su granja de Caparroso al estimar parcialmente el recurso interpuesto por la empresa a la denegación de esta autorización por cuestiones ambientales.
Además, el tamaño máximo de las explotaciones ganaderas estaba regulado en Navarra por un decreto foral, pero las limitaciones de tamaño y de ampliación en el sector del bobino quedaron anuladas por el TSJN el 8 de junio tras ser este recurrido por Valle de Odieta.
Esta sentencia basa su decisión en la falta de pruebas de que el tamaño de la explotación sea determinante o directamente vinculado con evitar enfermedades o riesgos epidemiológicos, en que vulnera el principio de libertad de empresa y en que la limitación precisa de regulación por norma o rango de ley.
La consejera ha aludido a la falta de sentido en la anulación de las limitaciones solo en lo referido al sector del bovino y no en el resto de especies y ha defendido que “a mayor concentración, mayor riesgo epidemiológico”.
Además, ha considerado que “la regulación del Gobierno de Navarra no vulnera la libre competencia” porque no impide que una empresa tenga más vacas, sino que estén en una sola explotación “por el impacto medioambiental, social y económico que genera”.
Por otra parte, ha comentado, desde los servicios jurídicos del departamento se consideró que la actual redacción de la Ley de Sanidad Animal, en la que se recoge que se puede limitar al densidad ganadera en base a razones epidemiológicas, es un marco suficiente para dar soporte legal a este decreto foral.
Opiniones de la oposición
Miguel Bujanda, de Navarra Suma, ha reflexionado sobre que “el culpable no es el que vende, sino el que compra a precio” y ha defendido que el problema de los residuos es propio del sector y no de las macrogranjas, pues “produce el mismo purín 100 granjas de 100 vacas que una granja de 10.000”.
Desde el PSN Javier Lecumberri se ha mostrado en contra de este modelo puesto que “va en contra de la cohesión social en entornos rurales” y del “desarrollo económico equilibrado” y ha instado a trabajar para que se valore por encima del precio “la calidad” y “una forma de producción ecológica y respetuosa”.
Pablo Azcona, de Geroa Bai, ha mostrado sus satisfacción porque el Gobierno ha mantenido su posición de defensa a “un modelo más sostenible” y ha destacado que la Comunidad Foral fue “pionera” en esta materia, alineada con la estrategia europea, tras un gran trabajo de participación con los sectores afectados.
Adolfo Araiz, de EH Bildu, ha coincidido en que “las macroganjas conllevan consecuencias graves para el sector ganadero, el medio ambiente y el territorio” y ha asegurado que este modelo provocará que “pequeños ganadero abandonen sus explotaciones y, en muchos casos, el mundo rural”.
Por su parte, Ainhoa Aznárez, de Podemos Ahal Dugu, ha asegurado que a las empresas que promueven estas macrogranjas “no les importa el territorio ni sus gentes” y “genera empleo precario”.
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