El síndrome hemorrágico yeyunal, una nueva enfermedad de la producción

Artículo técnico publicado en el número 219 de la revista Frisona Española

José me había llamado por la noche, después del ordeño de la tarde, por una vaca que de repente había dejado de comer y casi no había dado leche en ese último ordeño. Era una de sus mejores vacas, de tercer parto y unos cien días de parida. En la granja hacía un tiempo que sospechábamos problemas de acidosis subclínica, ya que sufrían indigestiones frecuentes y a veces complicaciones más graves como dilataciones de abomaso; por lo que le dije que la pusiera flunixin y al día siguiente, aprovechando que un compañero iba a hacer control de reproducción a una granja cercana, le diría que se acercara a verla por si acaso.

Al día siguiente quien me llamó fue Miguel, mi compañero de la clínica. La vaca de José estaba muy mal, no tenía fiebre, pero tenía una taquicardia de cien pulsaciones por minuto y los ojos algo hundidos. Tenía dolor en el abdomen, con síntomas de cólico, la mirada angustiosa y rechinaba los dientes. En la exploración, el lado izquierdo del rumen estaba parado y algo hinchado y en el lado derecho, también distendido, se oía un exceso de líquido en el intestino cuando auscultaba y movía el abdomen al mismo tiempo. Tenía pocas heces y estaban secas. Miguel no tenía un diagnóstico y me llamaba para ver qué me parecía el caso y decirme que había pensado coger una muestra de sangre para analizar, ponerla suero hipertónico y penicilina, pese a que no tuviera fiebre. Le dije que yo tampoco sabía qué podía ser y que el tratamiento me parecía correcto.

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Artículo técnico publicado por Juan Vicente González Martín en el número 219 de la revista Frisona Española.

Mejora de la rentabilidad mediante la producción de grasa láctea Diferencias de producción entre animales pertenecientes a un mismo rebaño