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Cooperativas lácteas: Central Lechera Asturiana
Redacción Revista Frisona

Cooperativas lácteas: Central Lechera Asturiana

Entrevista a Alberto Álvarez, Presidente de Central Lechera Asturiana SAT

Ingeniero de Montes de formación y ganadero de vocación, Alberto Álvarez es desde julio de 2020 presidente de Central Lechera Asturiana SAT, con más de 50 años de existencia, de la que su abuelo fue socio fundador. Hablamos con él sobre esta cooperativa lechera y su visión del sector como ganadero y como industria.

Alberto es socio de La Soledad S.C. (Santullano, Tineo), con un censo total de 90 animales (55 reproductoras) y una producción media anual aproximada de 550.000 litros/año. “Llevo en la ganadería como socio desde 1998. Estudié Ingeniería de Montes y me dediqué a la actividad de ingeniero durante años, pero siempre vinculado a la ganadería y al medio rural”, cuenta. 

"Debemos conseguir el reconocimiento social de nuestra actividad."

La cooperativa se crea en 1969. ¿Con qué objetivo?

Central Lechera Asturiana nace en un momento de crisis clara en el campo, con la industria presionando a la baja unos precios que ya eran extremadamente bajos. Y una situación de crisis hace que la unión sea mucho más fácil. Los socios en aquel momento apostaron por capitalizar la sociedad y aquello supuso un impulso que se mantiene a día de hoy, siendo además un referente a nivel nacional en el sector lácteo y, afortunadamente, hoy somos los herederos de ese legado que nos transfirieron; en mi caso, ha pasado de mis abuelos a mis padres, y desde hace unos años, de mis padres hacia mí.

¿Con cuántos socios comienza y cuántos son en la actualidad?

En 1967 nace con unos 12.000 ganaderos y ahora somos aproximadamente 7.000, de los cuales una parte son socios excedentes, es decir, que cesaron en la actividad de las entregas, aunque continúan manteniendo su condición de socios. La cooperativa se crea como un grupo sindical de colonización y en el año 82, por la reforma de la ley de cooperativas, pasa a ser Sociedad Agraria de Transformación, que es un modelo de base cooperativa, aunque no es exactamente una cooperativa, porque hay una capitalización, un valor liquidativo del aporte nominal que revaloriza la Sociedad.

¿Está cerrado el cupo de socios?

Nosotros, en cuanto a producción, llevamos una tendencia –como sucede en el resto de sociedades, tanto de base cooperativa como de base industrial– en la que se reduce el número de ganaderos con producciones que se mantienen o aumentan. Ha habido diferentes épocas en las que se incorporaron nuevos socios, que tuvieron que hacer la pertinente aportación de capital. Esto se evalúa en cada momento dependiendo de diferentes factores. Debemos tener en cuenta que los socios de Central Lechera Asturiana, hoy referente en cuanto a marca y generación de precios, han hecho durante muchos años un importante esfuerzo de capitalización de la sociedad, de la que hoy estamos recogiendo los frutos los que tenemos la suerte de ser socios.

¿Pueden participar ganaderos de fuera de Asturias?

Los estatutos recogen que sí pueden participar ganaderos de otras comunidades limítrofes. En Galicia hay entre 10 y 15 socios y en Cantabria uno o dos, pero el grupo mayoritario se encuentra en Asturias.

¿Qué hechos destacaría en la historia de Central Lechera?

Como hitos más destacables está la creación de la S.A.T. en 1982. Luego, la fase de 1982 a 1997 en la que es Central Lechera Asturiana SAT la que transforma y comercializa los productos de marca. En 1997 se crea CAPSA, Corporación Alimentaria Peñasanta, de la que nosotros participamos en aquella fase inicial con el 75% y el grupo Bongrain, hoy Savencia, con el 25%. Dos años después entró la banca regional, representada por la Caja de Ahorros de Asturias, hoy Liberbank y Caja Rural que continúan como accionistas. Aquel hecho supuso un cambio de paradigma porque CAPSA pasó a ser el brazo comercial e industrial de la marca Central Lechera Asturiana y de las marcas ATO y Larsa, aportadas por el grupo Bongrain, que entonces tenía fábricas en Cataluña y en Galicia. En el año 2015 nos hicimos con el 82% del accionariado al comprar la participación de Savencia. Otro hecho importante es la creación de la fábrica de piensos ASA     Efectivamente. La fábrica de piensos formaba parte del Central Lechera Asturiana SAT y en 1997, coincidiendo con la creación de CAPSA, se crea Asturiana de Servicios Agropecuarios (ASA), de la cual somos accionistas mayoritarios, que produce y gestiona los piensos y da servicio de piensos, abonos, fertilizantes y todos los servicios integrales que hoy en día precisamos en el campo, tanto para los socios como par terceros.

¿Cuántos ganaderos entregan leche?

Actualmente son más de 1.000. En Asturias solo se recogemos a socios. Esto supone unos 410 millones de litros anuales.

¿Esta leche debe cumplir algún estándar de calidad especial?

Por supuesto. En los contratos que se firman con nuestros ganaderos están reflejadas las calidades que se deben cumplir en lo que se refiere a bacteriología, células somáticas, grasa, proteína, etc.

Además, alguno de los programas como calidad, nutrición y ADSG, enmarcados junto con otros en nuestro sello “Garantía Ganadera”, también contribuyen a la formación del precio.  Garantía Ganadera certifica nuestro método de trabajo sustentado en los diferentes servicios que ofrecemos a nuestros socios ganaderos desde el año 2000 para potenciar la producción de una leche de máxima calidad así como el mantenimiento de una salud optima de nuestro ganado. Nuestro objetivo es apoyar a nuestras ganaderías familiares para que alcancen una rentabilidad y calidad de vida digna, a la par que se contribuye al mantenimiento y mejora del medioambiente.

Entre los servicios que ofrecemos, están los relacionados con el cuidado del ganado y el control de la calidad de la leche, como los programas de Nutrición, de Defensa Sanitaria, de Calidad de Leche, Servicio de podología, etc. También están los relacionados con la calidad de vida de nuestros socios ganaderos, como puede ser el servicio de sustituciones, que está diseñado para que puedan descansar o cubrir imprevistos que les puedan surgir. Dentro de Garantía Ganadera, y en nuestra preocupación por el cuidado del entorno natural, también ofrecemos un servicio de optimización del consumo energético.

"Nuestro objetivo en Central Lechera SAT es dar futuro al socio ofreciendo rentabilidad y estabilidad en las explotaciones y dando servicios que puedan mejorar su eficiencia y calidad de vida."

¿Cómo se crea el precio?

Los miembros de la Junta Rectora nos reunimos todos los meses para valorar la formación del precio en función de la evolución del mercado, de los parámetros de producción, de la evolución de los productos industriales y de la evolución del FEGA. En CLAS SAT tenemos un contrato marco de entrega a CAPSA, pero somos los ganaderos que formamos parte de este órgano de gestión los que fijamos el precio, mes a mes, en esta reunión. Como decía, hay un precio base y luego una serie de componentes extraordinarios que hacen que este se incremente, entre estos está el formar parte los diferentes programas que se integran en nuestro sello Garantía Ganadera o los estándares de grasa y proteína de la materia prima.

¿De qué precio hablamos?

El precio se puede deducir, de forma intuitiva, de los datos de la declaración mensual del FEGA. Si tenemos en cuenta que, por ejemplo, en el 2020 el precio medio del FEGA fue de 0,332 €/litro en España, en Asturias estuvo en unos 0,36. Si pensamos que somos más o menos el 75% de la leche que se recoge en Asturias, es intuitivo el hecho de que ser una sociedad de base cooperativa y de gestionar una marca, evidentemente se traduce en un mejor rendimiento para los socios.

¿Cuántos socios de CLAS lo son también de CONAFE-ASCOLAF?

Creo el 80% de los socios de ASCOLAF, unos 600 o 650, somos de Central Lechera Asturiana.

¿Qué valor se da a programas como el control lechero, selección genética, etc.?

Por nuestra parte, no hay ningún apoyo concreto a Ascolaf, aunque por supuesto, existe muy buena relación y valoramos de forma muy positiva la gestión que se hace en la asociación, tanto en lo que se refiere al control lechero como a sus programas genéticos y también de los sementales que Ascol maneja. Desde mi punto de vista, están llevando a cabo una labor excelente. Actualmente en Asturias somos el 12% de los ganaderos del territorio español y el 8% de la producción, estando el 30% de las ganaderías asturianas en el top 100 del ranking de calificación morfológica nacional publicado por CONAFE. Esto pone de manifiesto, el buen hacer de los ganaderos de Asturias y la buena tarea que se realiza desde Ascolaf. Tener unos rendimientos y unos servicios que contribuyan a la eficiencia del ganadero es positivo, pero también debemos poner en valor el espíritu de mejora de los propios ganaderos.

¿Cuántos ganaderos, de los que entregan en CLAS, ordeñan en sala convencional y cuántos con robot?

No dispongo del dato concreto, pero reconozco que el ordeño robotizado es una tendencia creciente por cuestiones de mano de obra y eficiencia. Además, estamos siguiendo la senda europea, donde hay países como Suecia, Holanda y Dinamarca, que tienen alrededor del 25% de ordeño robotizado y otros como Francia y Alemania con un 16%. La media de Europa está en torno al 10% y en España estamos alrededor del 3%. Pienso que al igual que hubo convergencia en otros aspectos, en este también habrá y será extrapolable a lo que sucederá en Asturias. Se trata de una decisión que depende del rendimiento y de las circunstancias particulares de cada ganadería, de la mano de obra, la base territorial, etc. Nosotros no entramos ahí. Apostamos por ofrecer una materia prima de la máxima calidad valorando aquellos ganaderos que participan en los programas de nuestro sello Garantía Ganadera, como he dicho antes.

Entre los programas que ofrece CLAS está el Tagel. ¿En qué consiste?

El programa TAGEL o Tablero de la gestión de las explotaciones ganaderas, es un servicio de apoyo al ganadero para asesorarnos en la toma de nuestras decisiones empresariales. Nos ayuda a analizar el rendimiento económico de las explotaciones a través de la recogida de los datos que forman parte de la gestión de las ganaderías, interpretándolos para su correcto uso y así actuar de manera que nos permita maximizar los beneficios para favorecer el mantenimiento de nuestra actividad.  

CLAS ofrece también servicio de sustituciones, podología, reproductivo… ¿Cómo han ido surgiendo?

Estos servicios y programas, que como comentaba anteriormente, están incorporados en nuestro sello “Garantía Ganadera” emitido y avalado por SGS, surgen para ir cubriendo las necesidades de nuestros socios ganaderos con el objetivo de mejorar la eficiencia de las explotaciones para hacerlas rentables y sostenibles en el futuro. Repito, nuestro propósito es garantizar el futuro de nuestras ganaderías familiares. Bienestar animal, medioambiente, producción sostenible…

"Tenemos que trabajar 365 días al año, poniendo en juego nuestro patrimonio, esfuerzo y responsabilidad para salir adelante. Aunque realicemos una actividad que nos gusta, necesitamos tanto el reconocimiento social como el económico."

¿Se está haciendo desde CLAS algo para sus socios?

Por supuesto, es una prioridad que se encuentra bajo el paraguas del Plan de Sostenibilidad Integral del Grupo. Trabajamos desde hace años en todos estos ámbitos y nuestro sello Garantía Ganadera es un buen ejemplo, porque trabaja en favor tanto de la sostenibilidad económica como de la social y la ambiental. Además, tenemos en marcha iniciativas como CLAS Energía y Biogastur. Este último es un proyecto innovador que estamos arrancando con mucho esfuerzo basado en el uso de energías renovables a través de la transformación de los purines y subproductos en la industria láctea en energía verde. Se trata de una apuesta por la economía circular. Se han diversificado mucho los productos.

¿Cuáles tienen mayor aceptación y cuál es la cuota de mercado de CAPSA FOOD?

Somos líderes en leche, donde tenemos una cuota de mercado en valor del 19,7%. También en nata, con un 20,5% de cuota y en mantequilla donde alcanzamos el 24,4%. A principios de 2020, hemos adquirido el 50% de Lácteas Flor de Burgos, nuestra apuesta por el mercado de queso fresco y productos lácteos frescos. Como bien dices, la diversificación forma parte de la estrategia de las empresas del grupo y por ello desarrollamos proyectos entre los que se encuentran el acuerdo con Cantabria Labs y Nutrición Médica y el proyecto de nutrición personalizada, “39ytu”. Antes el “enemigo” del ganadero era la industria, ahora es la distribución.

¿Cómo es la relación con la distribución?

La distribución es muy importante para nosotros porque hacer llegar nuestros productos a los consumidores, y son un eslabón clave dentro de nuestra cadena de valor. En nuestra apuesta por garantizar la sostenibilidad de todos los actores que forman parte de la misma, defendemos una retribución justa para todos ellos.

¿Su publicidad, protagonizada por los propios ganaderos, ha acercado el productor al consumidor?

El consumidor es fundamental, sin él no podemos dar cumplimiento a nuestro propósito, que es para lo que trabajamos día a día. Nuestras campañas de publicidad cuentan nuestra verdad con el valor añadido de que son nuestras familias ganaderas las protagonistas de estos spots. Sin duda, este mensaje cala positivamente en la sociedad española. La honestidad y la transparencia siempre han sido nuestras máximas a la hora de comunicar.

¿Cuál es su opinión sobre la nueva PAC y su repercusión en Asturias? ¿Cómo puede afectar a sus socios?

En lo que se refiere a la PAC hay que diferenciar dos fases; la más inmediata de transición que abarcará los años 2021 y 2022 en la que se aplicarán criterios de convergencia y las explotaciones de vacuno de leche no salen beneficiadas. A partir de 2023, todo apunta a que el componente ambiental adquirirá un peso más importante dentro de las ayudas de la PAC y las explotaciones familiares de Asturias vinculadas a la tierra con una estructura bien dimensionada no deberían salir perjudicadas, desde mi punto de vista.

¿Cuáles son los retos, como productor y como industria, a los que se enfrenta el sector?

Los retos como productor pasan lógicamente por tratar de que nuestras explotaciones sean cada vez más eficientes, poner en valor los recursos propios de los que disponemos y adaptarnos a las nuevas demandas que puedan provenir de la Unión Europea, tratando de que no sean un lastre, sino una oportunidad.

También, un punto que siempre comento y que hoy vuelvo a manifestar, es que debemos conseguir que exista un reconocimiento social de nuestra actividad por la importancia que tiene como sector estratégico, algo que hemos podido comprobar durante la pandemia. Es un aspecto clave que podría jugar a favor del relevo generacional, que es otro de los puntos críticos. Para que haya relevo generacional tiene que haber rentabilidad, pero tiene que haber además reconocimiento social de la actividad. Está claro que la ganadería es una actividad que exige mucha vocación, altas dosis de inversión y trabajo 365 días al año. La forma de fomentar el relevo generacional es que todo esto vaya acompañado de rentabilidad y de reconocimiento social.

Desde el punto de vista de la industria, creo que el reto está en que haya un reconocimiento en la cadena de valor; que la categoría de los productos lácteos sea reconocida y que sea una cadena de valor transparente que genere rentabilidad a cada una de las partes.

Se habla de la necesidad de la formación del consumidor. ¿Cree que se puede hacer algo desde CLAS?

Como decía anteriormente, nuestras campañas de comunicación cuentan nuestra realidad poniendo en valor los aspectos positivos del trabajo que realizamos día a día. Recientemente, en un libro de 4º de primaria, para niños de 9 años, leía que la agricultura y la ganadería son responsables del cambio climático y de los problemas medioambientales… cuando estos niños tengan capacidad de compra, van a estar condicionados. Este, es otro factor que puede ir en detrimento de nuestra actividad, por eso debemos cumplir las normativas y expectativas y trasladar siempre la importancia estratégica que tiene nuestro sector. Esta es una labor que debe llevar a cabo la administración a través de la educación y pedagogía. Nuestros hijos serán los consumidores del futuro.

¿Considera que desde la interprofesional se podría hacer más?

Tanto desde la interprofesional como desde FENIL se está haciendo una tarea muy positiva para la defensa y promoción del sector, muchas veces luchando contra intereses de lobbies y de modas. Creo que a nivel institucional y administrativo deben ser conscientes de la importancia de nuestra actividad. Es un mensaje que no me canso de remarcar.

¿Cuáles son los proyectos de CLAS a medio y largo plazo?

Nuestro objetivo en Central Lechera SAT es dar futuro al socio ofreciendo rentabilidad y estabilidad en las explotaciones y dando servicios que puedan mejorar su eficiencia y calidad de vida.     A nivel del grupo, como he dicho antes, hay una apuesta por el mercado de quesos. También diversificamos hacia otros mercados como el de la nutrición personalizada, la nutrición médica, canal farmacia, etc., todos ellos dentro del paraguas de nuestro negocio. Somos conscientes que nuestra actividad principal es la producción láctea haciendo hincapié, como he dicho, en ofrecer estabilidad y servicios que mejoren la eficiencia de nuestros socios. Como industria, estamos diversificamos dando protagonismo claro a los compuestos de base láctea y tratando de aprovechar aquellas oportunidades que puedan surgir en el mercado para hacernos crecer y ser más rentables.

¿Cuál es el tamaño medio de las ganaderías de CLAS?

En cuanto a producción, la media es de unos 400.000 litros al año, con algunos picos en esta. Está claro que hay una tendencia continua al crecimiento medio. Vivimos un año, 2021, en el que están subiendo todos los insumos y los precios en los supermercados permanecen estables.

¿Quién está asumiendo esa diferencia: la industria, el ganadero? ¿A qué se recurre?

Pues a mejorar nuestra eficiencia tanto en la selección genética como en la alimentación y también a aumentar el tamaño para obtener lo mismo… Pero una vez más, uno de los puntos clave del que se viene hablando desde hace tiempo es dar valor a toda la cadena para que el sector tenga viabilidad.

¿Os ha afectado la pandemia en cuanto a recogida de leche, transformación y distribución?

Antes de nada, quiero reconocer el trabajo llevado a cabo por todas las personas que forman la empresa desde que se inició la pandemia, ya que además su esfuerzo, han demostrado una gran capacidad de adaptación para garantizar el suministro de nuestros productos en los momentos más duros de la misma. Nos hemos anticipado implantando más de 100 medidas integradas en un plan de actuación frente al COVID, certificado por AENOR, para garantizar el cuidado de nuestros empleados. A día de hoy, el mayor impacto económico de esta crisis lo está sufriendo el consumo en el canal HORECA, que ha disminuido considerablemente por las restricciones establecidas por las diferentes administraciones públicas.

De izquierda a derecha: La Comisión de Gestión está formada por Francisco Sanmartín (Director General de CLAS SAT), José Ramón Badiola (Vicepresidente), Alberto Álvarez (Presidente), Javier Marcos (Secretario) y Guillermo Rodríguez (Vocal de la Comisión de Gestión).

¿Cree que este consumo en el hogar se va a mantener cuando volvamos a la normalidad?

Pienso que sí, aunque es posible se haya doblegado la curva descendiente que existía desde el año 2000, en la que pasamos de 100 litros de consumo por habitante y año a los 75 litros actuales, lo que supone una caída del 25% en 20 años. Aunque también es cierto que puede devenir –como ya sucedió en la crisis financiera de 2008/2009, que luego se tradujo en la cesta de la compra en 2010/2011– en un aumento de las marcas de distribuidor y, en general, en una contención y caída de los precios en supermercado. Este es uno de los riesgos que puede existir al de salir de esta pandemia como consecuencia de una importante crisis económica que provocará precios muy competitivos en los lineales que se unirán a la búsqueda de ahorro por parte del consumidor. Sin duda, esto provocaría una situación complicada para muchas empresas. Los certámenes ganaderos también se han visto afectados por la crisis sanitaria.

CLAS, como patrocinador del concurso nacional de raza frisona de CONAFE, ¿qué futuro ve para este tipo de eventos?

Como ganadero creo que la aportación de los concursos ganaderos es muy positiva. Son un escenario de intercambio de experiencias y conocimientos, que aportan espíritu de mejora a todos, a los que compiten con sus animales y a los que asistimos como público para aprender de las ganaderías más en vanguardia y deseamos que se pueda recuperar ese formato lo antes posible, por lo que aporta al propio sector.

¿Estas actividades dan al consumidor –últimamente interesado en el bienestar animal– una imagen adecuada del sector ganadero?

La actividad ganadera, como cualquier actividad económica, debe tener una rentabilidad. Tenemos que trabajar 365 días al año, poniendo en juego nuestro patrimonio, esfuerzo y responsabilidad para salir adelante.  Aunque realicemos una actividad que nos gusta, necesitamos tanto el reconocimiento social como el económico. La visión que puedan tener determinados colectivos de la ganadería como algo pastoril y bucólico no está muy aterrizada a la realidad. Los primeros interesados en que nuestros animales tengan la mejor salud y los mejores cuidados somos los profesionales que nos dedicamos a esto ya que son el todo para garantizar nuestra subsistencia.

Para finalizar, ¿animaría a su hija a trabajar en la ganadería?

Lo que no haría es quitarle la idea. Cuando antes hablaba del reconocimiento social, me refería también a que siempre se vio la actividad ganadera como algo residual, como última opción, y creo esa imagen no es positiva ni para el sector ni para nuestro patrimonio, porque tenemos que tratar de dejar un legado a nuestros hijos. Es importante que conozcan la realidad. No debemos transmitir, como comentaba anteriormente, que esta profesión algo idílico pero tampoco sería honesto contar que es lo peor, no es así. Se trata de buscar el equilibrio y defender que es una actividad de la que se puede vivir con dignidad, pero en la que es importante, y vuelvo a insistir, el reconocimiento social.

Reportaje publicado en el nº 242 (mar-abr 2021) de la revista Frisona Española

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