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Métodos de prevención de lesiones infecciosas de las pezuñas: ¿Cómo, dónde y cuándo usar los pediluvios?
Redacción Revista Frisona

Métodos de prevención de lesiones infecciosas de las pezuñas: ¿Cómo, dónde y cuándo usar los pediluvios?

Espacio Podológico publicado en la revista Frisona Española 259 (ene-feb 2024)

El último artículo del año pasado se centró en las lesiones podales de origen infeccioso. Estas lesiones, como su nombre indica, están producidas por varios microorganismos patógenos que acaban produciendo una lesión en la pezuña o en la piel adyacente a esta. Como se comentó en el artículo anterior, las lesiones de origen infeccioso son principalmente tres: la erosión de los talones, que se caracteriza principalmente por la aparición de surcos más o menos profundos y la pérdida de la integridad del estrato córneo de la zona del talón de la pezuña; el flemón interdigital o panadizo, que es una lesión en la que encontramos una inflamación muy característica debida a una infección aguda de los tejidos internos encima de las pezuñas y que es muy dolorosa para el animal; y la dermatitis digital, que es la lesión podal de origen infeccioso más frecuente en el ganado vacuno lechero y, probablemente, la que mayores pérdidas económicas ocasiona. Esta afección se caracteriza por la presencia de una lesión de tipo ulcerativo y de un color rojizo en la piel que se encuentra entre los talones, aunque también puede aparecer en el espacio interdigital de las pezuñas, en la parte delantera de la piel encima de las pezuñas o cerca de las pezuñas accesorias (Imágenes 1 y 2). Una vez hecho un pequeño recordatorio de estas lesiones, vamos a centrarnos en las medidas de prevención y control de estas patologías que se pueden adoptar en las ganaderías. Estas medidas se han dividido en 2 grupos: medidas de prevención generales y medidas de prevención específicas.

Medidas de prevención generales

1- Higiene y limpieza de las extremidades

La medida más importante que se debe adoptar en una ganadería a la hora de minimizar la prevalencia de las lesiones de pezuña de origen infeccioso es la higiene. Se ha de tener en cuenta que la piel es la primera barrera que existe a la hora de evitar que los microorganismos patógenos puedan penetrar en un animal. De una manera simplificada, podemos decir que la estructura celular de la piel es similar a una pared de ladrillos, en la que las células están una al lado de la otra como si fueran ladrillos evitando la entrada de las partículas del exterior hacia el interior. La acumulación de purín sobre la piel genera irritación y favorece la aparición de lesiones que van a facilitar la entrada de los patógenos que ocasionan la dermatitis digital y el panadizo. En aquellas ganaderías donde se observa que las vacas presentan una acumulación continuada en el tiempo de purín sobre las extremidades, es más frecuente que se observen lesiones de origen infeccioso que en aquellas ganaderías en donde las vacas tienen las extremidades libres de purín y suciedad. 

2- Humedad

El exceso de humedad en la zona de las pezuñas suele ocasionar un reblandecimiento de la piel, favoreciendo de igual modo que la acumulación del purín la aparición de grietas y microlesiones que afectarán a su integridad y facilitarán la entrada de las bacterias que producen las enfermedades infecciosas. Este fenómeno, del mismo modo que pasa en las personas, se ve agudizado en las épocas frías del año, donde la suma del frio y la humedad favorece que la piel se reseque y se agriete, facilitando la colonización por parte de las bacterias que ocasionan las lesiones podales de origen infeccioso. Por este motivo es importante que los animales permanezcan en ambientes lo más secos posible.

3- Confort de las instalaciones

Es importante que los animales dispongan de instalaciones cómodas y confortables, especialmente en las zonas de descanso como pueden ser los cubículos, la zona de descanso con cama ca-liente o cama fría. El confort de estas zonas nos va a facilitar que los animales estén el máximo de tiempo posible acostadas. Recordemos que el objetivo deseable es que las vacas estén acostadas de 12 a 14 horas al día. Es cierto que a veces conseguir que los animales estén acostados 14 horas al día es complicado, pero no imposible. El hecho de maximizar el tiempo en el que los animales están acostados va a ayudar a prevenir las lesiones de origen infeccioso y esto es debido a una sencilla razón, que es que si los animales están acostados sus extremidades no están en contacto con el acúmulo de purín, de suciedad y de humedad que suele haber en los pasillos de alimentación y tránsito. Por lo tanto, al disminuir el tiempo en el que las pezuñas están en contacto con estos agentes irritantes se disminuye el riesgo de que se produzcan las posibles lesiones en la piel que favorecen la entrada de patógenos. Además de que las instalaciones sean cómodas, los corrales deben presentar una densidad adecuada, no superando la ratio de un cubículo por vaca.

4- Alimentación

Una correcta alimentación es fundamental a la hora de tener a los animales en buenas condiciones inmunitarias. También es imprescindible para que la piel y las pezuñas presenten un correcto desarrollo y tengan la capacidad de regenerarse correctamente. Debido a esto, es importante que las raciones contengan la suficiente cantidad de minerales traza como el cobre, el zinc, el manganeso y el cobalto, entre otros, y que sean de fácil absorción. Las raciones no solo deben estar bien balanceadas, también deben estar libres de micotoxinas y fermentaciones indeseadas. El exceso de micotoxinas, además de generar problemas de salud en general, afecta a la circulación sanguínea de la pezuña, ocasionando fallos en la correcta queratinización tanto del casco como de la piel de la pezuña, pudiendo favorecer la aparición de flemones interdigitales.

Medidas de prevención especificas

En cuanto a las medidas de prevención específicas tenemos la detección y tratamiento temprano de las lesiones, el recorte funcional y las medidas de control basadas en sistemas de desinfección de pezuñas, como es el caso de los pediluvios.

1- Detección precoz de lesiones

Uno de los puntos más importantes a la hora de conseguir una baja prevalencia de lesiones podales infecciosas es la detección y tratamiento temprano de las lesiones. Dado este motivo, es fundamental que las pezuñas se inspeccionen de forma periódica. Un programa de recorte funcional periódico nos va a permitir detectar las lesiones en estados iniciales que pueden pasar desapercibidas cuando los animales están en el establo. Además, el recorte funcional tiene como objetivo principal restablecer las medidas adecuadas de las pezuñas, así como los aplomos de estas. Debemos tener en cuenta que, al restablecer los aplomos adecuados de la pezuña, se va a facilitar que el purín no se acumule en el espacio interdigital; también, al restablecer la correcta angulación que deben tener las pezuñas se consigue que la zona de la piel de los talones esté más elevada y por lo tanto esté menos en contacto con el purín y la humedad que puede haber en el suelo.

Dicho esto, uno de los mejores sitios en donde se puede hacer una buena detección de las lesiones de origen infeccioso es en la sala de ordeño (Imagen 3). Mientras los animales se están orde-ñando, los operarios tienen una buena visión de las pezuñas. El Dr. Gerard Cramer describió que se puede conseguir casi la misma capacidad de detección de dermatitis digital que se consigue subiendo las vacas a un potro de recorte. Además de ser una zona donde es fácil visualizar las pezuñas, también nos permite poder realizar un tratamiento tópico inicial con un espray de oxitetraciclina o con el producto que se considere de una forma más o menos “segura y sencilla” mientras se espera a que pueda venir el podólogo. Asimismo, en la sala de ordeño es más fácil poder tener una libreta o PDA donde podamos identificar y apuntar los números de los animales que presentan una lesión para poderlos tratar en la próxima visita del podólogo.

Si quieres leer el artículo completo, puedes descargarlo desde este enlace o también desde "Documentos".

Artículo técnico publicado Marc Pineda en el número 259 de la revista Frisona Española, correspondiente a los meses de enero y febrero de 2024.

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