#RealidadGanadera CESFAC: ¿Por qué se importa tanta soja en Europa?

Campaña en la que colabora CONAFE junto a otras instituciones ganaderas

La soja (Glycine max) es una planta leguminosa fabácea anual de interés de producción por su haba comestible. El hombre cultiva esta planta desde hace miles de años en Asia, de donde es originaria, y durante el último siglo se ha expandido de forma muy acentuada a otras regiones del mundo. Su gran valor para el mercado reside en su densidad nutritiva como fuente de proteínas y energía: el contenido en proteína de la soja varía desde un 38% en el haba entera hasta el 90% en el aislado de proteína.

De la soja se obtienen como subproductos principales aceite y harina de soja. La soja se utiliza principalmente como materia prima para piensos destinados a la alimentación del ganado, por su ventajosa relación entre elementos nutritivos y precio.

Su singularidad reside en el aporte excepcional energético y proteico (en particular del aminoácido esencial lisina) a un coste inferior a otros productos, como la harina de pescado. Además, la soja contiene cantidades relevantes y con alta biodisponibilidad de otros nutrientes esenciales, tales como ácido linoleico y colina. Estas características privilegiadas hacen de la soja la alternativa más eficiente para afrontar los retos relacionados con la alimentación animal a medio plazo.

La mayoría de la soja producida es destinada a producir harina de soja (rica en proteínas), junto con aceite vegetal y subproductos como la lecitina, un emulsionante natural. La harina se utiliza principalmente como alimento para el ganado. El aceite de soja se utiliza en alimentos de consumo humano y otros bienes de consumo, como cosméticos y jabones, y como biocombustible.

Esencial en la alimentación animal

La demanda de proteínas ha aumentado sustancialmente en los últimos años y lo continuará haciendo la próxima década. El incremento de la población, el desarrollo de muchos países y las nuevas demandas de los países ya emergentes en cuanto a alimentación, son algunos de los factores que incurren en ello. El sector de la alimentación animal asegura el abastecimiento de pienso para la cabaña ganadera y, con ello, el abastecimiento de alimentos para la población.

Alrededor del 75% de la soja en todo el mundo se utiliza para la alimentación animal, especialmente para aves y cerdos. Entre 1961 y 2018, la producción de carne de cerdo aumentó en un 388%, la producción de carne de vacuno en un 149% y la de carne de ave en un 1.323%.

El constante aumento de demanda ha generado que la producción mundial de soja se haya multiplicado exponencialmente en las últimas décadas, llegando a más de 100 millones de hectáreas de cultivo, localizadas especialmente en Estados Unidos (EE.UU.) y Sudamérica (que alberga 45 millones de hectáreas). Sólo tres países en el mundo concentran el 80% de los 353 millones de toneladas anuales de producción de soja: EE.UU., Brasil y Argentina. En la actualidad, es el cultivo principal en Argentina y Brasil, tanto en volumen de producción, como en superficie ocupada.

Mientras tanto, en Europa el consumo anual de soja ascendió en 2019 a 29,58 millones de toneladas de soja, según el último “European Soy Monitor” editado por IDH, The Sustainable Trade Initiative. Teniendo en cuenta que la producción europea de soja asciende únicamente a 2,2 millones de toneladas anuales, la importación de soja se ha convertido en esencial.

Soja sostenible para un suministro responsable de piensos compuestos

Como resultado del incremento en la superficie de producción de soja, millones de hectáreas de bosques, praderas y sabanas se han convertido a la agricultura, ya sea directa o indirectamente, en los principales países productores. Tanto las grandes potencias exportadoras de soja, como la UE, segunda zona importadora a nivel mundial, han dado ya algunos pasos para impulsar modelos de producción más sostenibles y contribuir a reducir el riesgo de deforestación asociado a la soja.

En España, el compromiso de la industria de la alimentación animal pasa por conseguir que en 2030 el 100% de la soja empleada en la fabricación nacional de piensos haya sido producida en origen de manera sostenible y comprometida con la lucha contra la deforestación. Actualmente, el 100% de la soja importada de Estados Unidos y un elevado porcentaje de soja importada con origen Brasil (71%) y Argentina (91%) ha sido producida en zonas asociadas a un bajo riesgo de deforestación, lo cual refleja el compromiso con la desvinculación de la producción en áreas con riesgo.

Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales (CESFAC)

Bibliografía

Soja sostenible para un suministro responsable de piensos compuestos

https://cesfac.es/media/attachments/2021/07/07/estudio_soja_sostenible_para_un_suministro_responsable_de_piensos_compuestos-final.pdf

IDH European Soy Monitor Report

https://www.idhsustainabletrade.com/uploaded/2021/06/2019-IDH-European-Soy-Monitor-report.pdf

Alma Rural promoverá un pacto nacional para la protección del sector agrario #RealidadGanadera RFEAGAS: La hipersensibilidad social a la temática ganadera