Mamitis clínica
Artículo técnico publicado en el nº 172 (jul-ago 2009) de la revista Frisona Española
Aunque habitualmente el problema de mamitis subclínica parece ir controlándose en las ganaderías, sin embargo los casos clínicos siguen siendo todavía la razón más habitual de tratamientos. La mamitis clínica provoca un coste considerable. En este gasto se incluye tanto la reducción de la producción, los tratamientos, el aumento del trabajo, la producción que debe ser desechada por llevar tratamientos antibióticos y una reducción de la vida productiva del animal. Existen otros costes menos perceptibles como puede ser el impacto del uso de antibióticos en animales sobre la salud humana o simplemente la percepción para el consumidor de no ser un alimento seguro.
¿CUÁLES SON LAS CIFRAS NORMALES?
Según el Nacional Mastitis Council, la mamitis clínica (MC) se define como la aparición de leche alterada con o sin inflamación y signos generales de afectación en la vaca. Se considerará un caso repetidor cuando, una vez curado, vuelvan a aparecer los mismos síntomas en el mismo cuarterón antes de 21 días.
Los objetivos que no debemos fijar serían un 2% de MC mensual y menos del 10% de sacrificio por mamitis al año.
Sin embargo el número de animales que se ven afectados varía considerablemente de una ganadería a otra (NMC 2006) con diferencias tan significativas como entre 9 y 70% de los animales afectados al año y con un 32% de casos (entre 11 y 167 de casos por cada 100 vacas al año). Pero en niveles óptimos con una in- cidencia del 2% mensual, casi una de cada 4 vacas tendrá en algún momento de la lactación un caso de mamitis clínica.
En el 50% de los casos, solo aparece alteración de la leche, en el 41% de los mismos aparece además inflamación de la ubre y algo menos del 10% aparecen signos sistémicos como fiebre.
LAS CAUSAS.
Las bacterias “productoras” de mamitis clínica son las mismas que las que provocan los casos subclínicos. En general, las ganaderías con altos recuentos celulares tendrán de forma predominante casos de S aureus o S agalactiae, mientras que en las de recuentos celulares bajos actuarán mayoritariamente los casos medioambientales y sobre todo por los Gram negativos como E coli o Klebsie- lla spp o Pseudomona.
Los signos sistémicos tienen lugar más a menudo en rebaños con bajo recuento celular. Los ratios de sacrificio en casos de MC no son diferentes entre grupos. Cuando el recuento es alto, se sacrifican más animales por recuento alto; cuando el recuento es bajo en la explotación, entonces el sacrificio ocurre por lesiones en pezones, problemas de ordeño, forma de la ubre. En rebaños con recuentos bajos, se sacrifican más animales por razones de producción.
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Artículo técnico publicado por M.Martín Richard en el número 172 de la revista Frisona Española, correspondiente a los meses de julio y agosto de 2009.
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