Problemas médicos causados por la paja
Artículo técnico publicado en el nº 257 (sep-oct 2023) de la revista Frisona Española
Como todos sabemos, el clima tan atípico que hemos tenido este año ha dado lugar a una pobre cosecha de cereales de invierno. La escasez ha elevado los precios creando aún más problemas de suministros a las granjas. La falta de algún tipo de alimento siempre da lugar a que haya que cambiar las fórmulas de las raciones y todo cambio origina a su vez problemas médicos en nuestros animales. Los piensos se pueden formular con muy diversas materias primas, por lo que cuando alguna falta o sube mucho el precio, siempre se puede sustituir por otra parecida que sea más asequible.
Pero el problema este año ha estado más cen-trado en los forrajes lo que ha hecho que la producción de silos de cereales de invierno, henos y paja haya sido bajísima y con ello los precios se han disparado.
A los veterinarios clínicos con alguna experiencia la falta de forrajes en las raciones, ya sean unifeed -típicas de vacas adultas- o disociadas, esto es, pienso por un lado y paja o heno por otro -más usadas en las novillas- nos hace temer que aumenten los problemas de acidosis ruminal subclínica con todas las enfermedades secundarias derivadas de ella: indigestiones, desplazamientos de cuajar, abscesos hepáticos, neumonías embólicas, cojeras, infertilidad, adelgazamiento, baja producción o aumento de la mortalidad en general, entre otros muchos problemas.
Pero este año hemos visto un repunte de enfermedades que, en la actualidad, no suelen ser habituales.
Jaime, un buen amigo de La Rioja, me mandó unas fotos y vídeos de terneros frisones, ya grandes, que tenían la cabeza y el cuello hinchados y sangraban por la nariz. Pese a que se trataron con antibióticos, los animales murieron en poco tiempo, apenas sobrevivieron uno o como mucho dos días. Al hacer la necropsia todos los tejidos de la cabeza aparecían muy oscuros y hemorrágicos. Se hizo un diagnóstico presuntivo de edema maligno.
Otro joven colega de Valladolid me llamó contándome que le habían aparecido varios casos de cojeras repentinas en novillas de recría de seis meses a un año de edad, indistintamente en un miembro anterior o posterior, en los que tras inflamarse la parte alta de una extremidad, también morían rápidamente. En la necropsia, las extremidades afectadas aparecían, de igual manera, ennegrecidas y hemorrágicas. En este caso el diagnóstico presuntivo fue carbunco sintomático.
Y también este verano, otro buen amigo de Lérida, Antonio, me mandó fotos y videos de terneros frisones de unos ocho meses de edad que no eran capaces de levantarse. Algunos morían en poco tiempo y otros había que terminar sacrificándolos porque no se volvían a levantar. En la necropsia no se veía nada anormal. El diagnóstico presuntivo fue botulismo.
Si quieres leer el artículo completo, puedes descargarlo desde este enlace o también desde "Documentos".
Artículo técnico publicado por Juan Vicente González Martín y Ángel Revilla Ruiz en el número 257 de la revista Frisona Española, correspondiente a los meses de septiembre y octubre de 2023.
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