El uso de los antiinflamatorios en la salud podal. Parte 1: Una ayuda extra en el control de las cojeras
Espacio Podológico publicado en la revista Frisona Española 256 (jul-ago 2023)
Antes de empezar este artículo, es interesante realizar una buena definición de qué es exactamente una cojera. Una definición muy acertada, es la que realizaron Flower y Weary en el 2009: Una cojera no es una enfermedad per se, sino una desviación en los pasos como resultado del dolor o el disconfort debido a enfermedades y lesiones en las pezuñas o extremidades (Fotos 1, 2 y 3).
El uso de los antiinflamatorios (AINEs) es comúnmente usado en las diferentes patologías que pueden padecer las vacas, como en las mamitis, las neumonías o cualquier otra actuación que se realice sobre ellas (como pueden ser las cirugías). En cualquiera de estos casos, parte del tratamiento va a consistir en la aplicación de un antiinflamatorio de forma anticipada e imprescindible.
Cuando se habla de cojeras, el uso de los antiinflamatorios, no está tan instaurado como en el resto de procesos patológicos. Sin embargo, la utilización de los AINEs, puede ser una herramienta de gran utilidad para minimizar las pérdidas económicas que ocasionan en una ganadería, reducir la gravedad de las enfermedades que provocan y mejorar sustancialmente su recuperación.
Es importante saber que las cojeras afectan a todos los ámbitos productivos y reproductivos de la granja. A pesar de que su coste individual no es el más alto en comparación con otras enfermedades, si se observa la incidencia de las cojeras en la ganadería, vemos que ocasionan grandes pérdidas económicas para la explotación. En la Tabla 1 se exponen brevemente las pérdidas que ocasionan las cojeras.
No olvides que...
Al igual que a los humanos,a las vacas lecheras les puede afectar el dolor de forma importante; irán menos al pesebre, producirán menos, tardarán más en quedar preñadas... Los antiinflamatorios no esteroideos son un grupo de fármacos, principalmente antiinflamatorios, analgésicos y antipiréticos, que reducen la inflamación y el dolor, aceleran la recuperación de lesiones y aumentan, así, la productividad. Muy importante: los productos anestésicos solo pueden ser administrados por el veterinario.
Las vacas que sufren un episodio de cojera producen de un 2 %-15 % menos de leche diariamente (según la severidad de la cojera). Esto se traduce en unas pérdidas superiores a 1,5 kg menos de leche al día.
Si nos centramos en los parámetros reproductivos, las vacas que presentan una cojera tardan de media unos 12 días más en quedar preñadas, incluso algunos estudios demuestran que estos animales presentan un aumento de casi 1 mes en días abiertos con respecto a las vacas sanas.
Las vacas con cojera tienen dolor, provocando que acudan menos veces a comer al pesebre y que permanezcan menos tiempo en él. Al comer menos, pierden condición corporal, se produce una depreciación de la canal, una disminución en el peso de ésta, de su conformación y de su cobertura grasa.
Las cojeras, aparte de debilitar a los animales, ocasionan un aumento del dolor y, en consecuencia, un aumento del cortisol. Esto favorece que los animales sean más susceptibles de padecer otras patologías, como por ejemplo las mamitis o proce-sos respiratorios. (Figura 1) .
Si quieres leer el artículo completo, puedes descargarlo desde este enlace o también desde "Documentos".
Artículo técnico publicado Marc Pineda en el número 256 de la revista Frisona Española, correspondiente a los meses de julio y agosto de 2023.
El uso de los antiinflamatorios en la salud podal. Parte 2: Mejora en el tratamiento y la prevención de las cojeras
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