La Comisión Europea abre una consulta pública sobre clonación animal para la producción de alimentos
Redacción.- La iniciativa, que lleva abierta desde el pasado 3 de mayo, pretende recopilar los puntos de vista de todas las partes interesadas sobre aspectos como las técnicas empleadas en la clonación, el uso de clones y otros elementos de origen biológico -como el semen o los embriones- con fines reproductivos o la utilización de animales clonados en la cadena alimentaria; así como, sus impactos económicos, sociales y ambientales en la Unión Europea (UE) y los países no comunitarios.
La consulta, que estará abierta hasta el próximo 3 de septiembre, se centra únicamente en la clonación destinada a la producción de alimentos, y no tiene en cuenta otros campos como la investigación, la producción de productos farmacéuticos o la conservación de especies o razas en peligro.
La información recabada servirá para elaborar un análisis de impacto con el fin de proponer posibles normativas para la clonación animal con fines alimentarios en la UE, cuyos resultados se presentarán hacia finales de 2012. Este análisis, a su vez, será la base de una iniciativa legislativa sobre la clonación en la cadena alimentaria que el Ejecutivo comunitario prevé presentar en el 2013.
Desde 1997, los alimentos de animales clonados requieren una autorización antes de ser comercializados. Esta autorización no se aplica a los alimentos de las crías de animales clonados que no difieren de los alimentos convencionales en materia de seguridad alimentaria.
La Comisión propuso en el 2010 una serie de medidas sobre la clonación de animales para la producción de alimentos. Entre ellas, la de suspender temporalmente el uso de la técnica de la clonación en la UE para la reproducción de todos los animales productores de alimentos, el uso de clones de estos animales, la importación de clones y la comercialización de alimentos procedentes de clones.
También, propuso el establecimiento de la trazabilidad a las importaciones de semen y embriones para que los agricultores y la industria puedan establecer bancos de datos de la descendencia en la UE.