La gripe aviar en las vacas, una amenaza, por ahora, lejana
Artículo técnico publicado en la revista Frisona Española 264 (nov-dic 2024)
En los últimos meses han sido frecuentes las noticias sobres casos de gripe aviar en vacas de leche y en personas. La enfermedad en las vacas, producida por el virus de la gripe aviar A H5N1, se limita a algunos estados de los Estados Unidos y ha afectado también a unas pocas personas en forma de casos aislados. Vamos a intentar resumir lo que se sabe del virus, la enfermedad en las vacas y en las personas.
El virus de la gripe aviar A H5N1
Este virus pertenece a la familia Orthomyxoviridae al igual que el resto de los virus de la influenza humana –llamada coloquialmente gripe estacional en español- y de los animales, como la gripe aviar, la del cerdo o la influenza equina.
Los humanos podemos sufrir infecciones por tres géneros de virus de la influenza: el A que afecta también a las aves, caballos, cerdos, visones, focas, ballenas y ahora también a las vacas ya que es a este género al que pertenece el virus que nos ocupa; el B que es el causante de la gripe estacional o gripe común que todos sufrimos con regularidad y que afecta también a las focas; y el C, más raro que normalmente no suele ser serio e infecta también a los cerdos.
Algunos tipos de virus de la influenza A son también causantes de la gripe estacional, junto con la gripe B. Pero en ocasiones, cuando mutan, produce también brotes mucho más severos, incluso pandemias, pero a diferencia de la gripe B que muta todos los años, el virus de la gripe A lo hace cada diez o quince años. El reservorio natural son las aves que en general no se afectan, pero hay mutaciones que son devastadoras para algunas especies de aves. Las aves pueden, ocasionalmente, contagiar a otros mamíferos incluidas las personas, por eso no se deben tocar los cadáveres de aves que nos encontremos. El problema surge cuando aparecen cepas muy patógenas que, transmitidas a los humanos u otros mamíferos por las aves, se contagian después de persona a persona. Uno de esos casos fue la pandemia del 1918-19 transmitida inicialmente por aves, se la denominó gripe española, aunque realmente apareció en Kansas, y fue la más mortífera que se ha conocido, mató a unos 40 millones de personas.
Desde finales del siglo XIX se han conocido unas once pandemias por gripe A, muchas de ellas muy leves. La última, que seguramente todos recordamos, acaeció del 2009 al 2010, también surgió en los Estados Unidos, se la denominó inicialmente gripe del cerdo y mató a 19.000 personas en todo el mundo.
El virus de la gripe A está compuesto por una cadena de ARN y una envoltura con dos glicoproteínas una hemaglutinina (H) y una neuraminidasa (N). La primera le permite adherirse a las células del aparato respiratorio para luego reproducirse y la segunda liberarse de las células para poder infectar otras. Las variantes de estas glicoproteínas que aparecen por mutación se numeran y sirven para identificar los subtipos antigénicos del virus, el de la gripe española fue el H1N1.
El virus de la gripe A del que estamos hablando es el denominado HPAI A/H5N1 – Highly Pathogenic Avian Influenza A, en español virus de la influenza aviar tipo A altamente patógeno- subtipo H5N1. Este virus era un viejo conocido de la comunidad científica. En 1997 hubo una importante epidemia en las gallinas de Hong Kong y entonces se diagnosticó por primera vez en humanos. Desde entonces el virus ha causado la muerte o ha obligado a sacrificar más de cien millones de gallinas en países de todo el mundo incluida España.
La enfermedad en las vacas
En el mes de diciembre del 2023 en las vacas lecheras de algunos establos de Texas se empezó a diagnosticar una rara enfermedad, desconocida hasta entonces. La enfermedad no era grave, las vacas disminuían la producción de leche que se volvía espesa como el calostro, el resto de los síntomas eran inespecíficos, como descenso del consumo y de la rumia y presencia de mocos. Los terneros que consumían la leche no se afectaban, pero algunos gatos y otros animales que merodeaban por las granjas sí morían. La enfermedad se contagiaba de unas vacas a otras y se extendió a otros establos y a otros estados. En la actualidad la enfermedad se ha detectado en 616 granjas lecheras de 15 estados de los Estados Unidos, estando casi la mitad de los casos en California.
Finalmente, en el mes de marzo de este año se descubrió que el causante de la enfermedad era el virus HPAI A/H5N1. El virus era bien conocido pero lo novedoso era que había saltado de las aves a las vacas y ahora se contagiaba entre ellas y a otros mamíferos como gatos y personas.
Otro aspecto alarmante es que se ha comprobado que las vacas afectadas presentaban receptores para el virus tanto en el aparato respiratorio como en la ubre y por eso lo transmitían a través de la leche a otras vacas durante el ordeño y a otros mamíferos como los gatos y las personas a trasvés del consumo de leche cruda.
En EE. UU. ya han comenzado los análisis tanto de vacas como de leche de tanque para diagnosticar la presencia de la enfermedad y así poder controlarla.
La enfermedad en las personas
La gripe A H5N1 siempre se había contraído por contacto con aves enfermas y excepcionalmente a través de gatos. La gran novedad de la enfermedad es que en los EE. UU. se ha producido por primera vez el contagio de las vacas a los seres humanos. Afortunadamente no se ha comprobado el contagio entre personas. Por ahora, se ha detectado en cinco estados de EE. UU. el contagio en 32 trabajadores de granjas lecheras, 28 de ellos en California, (además de 21 en granjas avícolas y 2 de origen desconocido).
El primer caso en personas por contacto con vacas infectadas ocurrió el 1 de abril de 2024 en Texas y el segundo el 22 de mayo en Michigan. En ambos la enfermedad fue muy leve, solo tuvieron conjuntivitis. El 30 de mayo en Michigan otro vaquero tuvo, además de conjuntivitis, tos, pero ni siquiera mostró fiebre. A fecha de hoy no ha habido ninguna muerte por H5N1 en los EE. UU.
La enfermedad causada por la gripe A H5N1 es semejante a la de la gripe común, en algunas personas la infección pasa desapercibida y en otras cursa con fiebre, dolor de garganta, tos y dolor muscular, y, a veces, también vómitos y diarrea. Típico de este virus es la conjuntivitis que en ocasiones es el único síntoma. El problema es que se trata de una enfermedad con una alta tasa de mortalidad.
Desde 1997 se han reportado casi mil casos de infección por ese virus en 23 países, la mayoría de los casos en Asia y Egipto, con una mortalidad del 50%. Los casos son producidos por contacto con aves infectadas y ahora también por contacto con vacas. Los casos siempre son esporádicos y por lo tanto no ha habido epidemias.
En lo que va de año, en todo el mundo, se han confirmado solo 66 casos, 54 en EE. UU., y de ellos han fallecido 3 personas, ninguna de ellas en EE. UU. En Europa no se han diagnosticado casos en personas desde el 2020.
Las vacunas de la gripe B y A disponibles en la actualidad no protegen frente al tipo H5N1, pero es conveniente aplicárselas, especialmente personas en riesgo de contagio, para evitar una posible coinfección con el H5N1 y la aparición de nuevos tipos de virus por recombinación entre ellos. En la actualidad se trabaja en el desarrollo de vacunas frente al H5N1.
La situación de España
En enero del 2022 se diagnosticaron por primera vez en España focos de gripe A H5N1en aves silvestres y en una granja de gallinas, en octubre de ese año y febrero del 2023 se detectaron más focos en aves y un foco en una granja de visones que fue noticia de repercusión mundial. Aunque dos trabajadores de las granjas de pollos dieron inicialmente positivo al virus ninguno de los dos llegó a enfermar y finalmente se concluyó que había sido una contaminación ambiental.
En la temporada 23-24 se han declarado en Europa 217 focos en aves domésticas, ninguno en España, y de los 1.049 casos declarados en aves silvestres, solo 27 han tenido lugar en España. En la temporada actual seguimos sin casos en aves domésticas y se han detectado 4 casos en aves silvestres.
Y la pregunta final ¿debemos preocuparnos?
La gripe A H5N1 ha sido detectada en aves silvestres y domésticas en España, pero en mucha menor medida que en otros países europeos. No ha habido casos en personas en la Unión Europea y en el resto del mundo los casos han sido esporádicos, nunca se han producido brotes porque no se ha producido contagio entre personas. En lo que se refiere a las vacas, no se han detectado casos fuera de los Estados Unidos. Por lo que para la población general el riesgo en Europa del contagio a través de la leche es nulo ya que la enfermedad aquí no existe en las vacas. Si alguna vez se diera el caso del paso del virus de las aves a las vacas, sería imposible el contagio a las personas por estar toda la leche tratada térmicamente. Y el riesgo de contagio de los trabajadores de las granjas, como ya se ha visto en América, sería bajo.
Por todo ello, creo que ni los ganaderos ni el público en general deben preocuparse en absoluto. Dado que la enfermedad la transmiten las aves hay que evitar el contacto con aves muertas y nunca está de más el control de las aves que invaden nuestras granjas, en muchas ocasiones en número exagerado, particularmente palomas domésticas y tórtolas turcas. Esas palomas transmiten muchas otras enfermedades al ganado y también a las personas por ello las autoridades competentes deberían permitir su control en todas las épocas del año.
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Artículo técnico publicado por Juan Vicente González Martín en el número 264 de la revista Frisona Española, correspondiente a los meses de noviembre y diciembre de 2024.
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