#RealidadGanadera: El medio rural pone Europa frente al espejo
Campaña en la que colabora CONAFE junto a otras instituciones del sector ganadero
Farming: “el arte de perder dinero mientras trabajas 400 horas al mes para alimentar a personas que creen que las quieres matar.”
Esta declaración, que ha aparecido en algunas camisetas durante las recientes protestas del sector agroganadero, define la frustración de los productores españoles y europeos, frustración que los ha llevado a movilizarse en masas durante semanas. Entre todas las reivindicaciones presentadas, la que más afecta al sector de manera transversal, es sin duda la abrumadora carga burocrática. La aplicación de normativas complejas y la necesidad de certificaciones ponen a los ganaderos ante una serie de obligaciones que consumen tiempo y recursos.
La Comisión Europea continúa promulgando nuevas normativas como parte del Pacto Verde Europeo y la Estrategia De la Granja a la Mesa, derivadas de la Agenda 2030. Entre 2020 y 2024, Europa ha estado trabajando en más de 50 acciones legislativas, que incluyen propuestas legislativas, consultas, comunicaciones y estrategias, y normativa implementadas. Todo ello está directamente o indirectamente relacionado con la puesta en marcha del Pacto Verde europeo y, desde luego, impacta en todo el sector.
El Pacto Verde propone algunos objetivos interesantes: sistemas sostenibles, neutralidad climática, one health, economía circular, biodiversidad, cuidado de las áreas rurales… Estos objetivos suenan muy deseables en teoría, pero su implementación práctica está resultando ser un desafío considerable.
Como ya se ha mencionado anteriormente, hay varios problemas asociados a los nuevos requerimientos normativos en temas cruciales para la ganadería. Por un lado, se han propuesto algunas modificaciones no respaldadas por la ciencia, lo que las hace totalmente subjetivas y opinables. Por otro lado, la ausencia de un estudio de impacto adecuado deja preguntas sin respuesta sobre cómo se traducirán las medidas propuestas en la realidad y si podrán lograr los resultados deseados sin causar daños colaterales no deseados. Por último, pero no menos importante, la nueva normativa conlleva, como era de esperar, más burocracia y costes para el campo, que tiene cada vez menos gente.
Vamos a ilustrar esta situación con tres ejemplos concretos:
- Reglamento de deforestación: una iniciativa que generará una enorme carga burocrática para garantizar a los compradores que una serie de productos puestos en el mercado europeo, entre ellos la soja, la palma y el vacuno y sus productos derivados, están libres de deforestación. La implementación y coste de mantenimiento en España se estima1 en 165 Mill €/año. Esto supone un coste para la cadena de valor de +0,24 €/kg así como unos costes incalculables como consecuencia de la perdida de competitividad en mercados exteriores.
- Directiva de emisiones industriales y las MTD: aunque el Parlamento Europeo decidió excluir al vacuno de esta directiva, en la que lo equiparaba a grandes industrias altamente contaminantes, la propuesta está ahora en negociación a tres bandas -Parlamento, Comisión y Estados miembros. En cualquier caso, el Real Decreto de Ordenación de las granjas bovinas ya obliga a ganaderos de vacuno españoles a aplicar una serie de técnicas para reducir emisiones a granjas de las categorías III y IV.
- Normativa sobre bienestar animal durante el transporte: en proceso de revisión por esta Comisión. En un país como España, un país periférico y con climas generalmente cálidos, la propuesta puede suponer2 un aumento del coste de producción de la carne de vacuno en España del 10.7%. Medidas como la prohibición del transporte de ganado cuando la temperatura supera los 30 grados de temperatura o la limitación del número de horas de transporte, puede poner al sector en una situación verdaderamente complicada.
Lo que las reivindicaciones de las últimas semanas manifiestan, ni siquiera es una solicitud de ayudas para mejorar, sino simplemente que no se limiten los obstáculos administrativos que tanto dificultad el trabajo en el campo. Los sectores ganaderos, cada vez están más comprometidos con prácticas responsables, el bienestar de los animales y/o la sostenibilidad. Sin embargo la actual avalancha legislativa está poniendo en riesgo la viabilidad de la producción y la seguridad alimentaria europea, que en última instancia son nuestra fuente de subsistencia.
Fuente: Artículo elaborado por la Asociación Española de Productores de Vacuno de Carne (ASOPROVAC)
Enlaces
-
YoutubeSuscríbete al canal de YouTube de CONAFE - Frisona Española
-
FacebookSíguenos en la página en Facebook de CONAFE - Frisona Española
-
TwitterSíguenos en el Twitter de CONAFE - Frisona Española
-
InstagramSíguenos en el Instagram de CONAFE - Frisona Española